¿Quién es Jesucristo para nosotros hoy? Resumen del libro

En su libro, ¿Quién es Jesucristo para nosotros hoy?James Cone Ph.D., responde a esta pregunta teniendo en cuenta la interacción dinámica entre el contexto social, las Escrituras y la tradición desde una perspectiva negra.

Por el «contexto social», Cone se refiere al encuentro de Jesucristo en nuestra existencia cotidiana ordinaria. Es la experiencia de Cristo en el mundo social de la injusticia y la opresión: un mundo de arriba y abajo. Es la experiencia de Jesús en medio de los absurdos de la vida lo que motiva a explorar la pregunta cristológica: «¿Quién es Jesucristo para nosotros hoy?

Sin embargo, Cone advierte contra asumir que el significado de Cristo se deriva o depende de nuestro contexto social. Insiste en que las Escrituras también deben incorporarse a nuestra comprensión total de la verdad de Jesucristo. Él siente que esto es vital porque nos proporciona datos confiables sobre el Jesucristo que encontramos en nuestra existencia social.

La tradición, declara Cone, es «el puente que conecta las Escrituras con nuestra situación contemporánea». Él ve la tradición religiosa negra como representante de la afirmación de la humanidad de la Iglesia Negra, así como la afirmación de su fe en varios cruces de la historia. Él cree que esto proporciona a la Iglesia Negra de hoy una comprensión más profunda de la verdad de Jesucristo.

Según Cone, entonces, el contexto social, la Escritura y la tradición forman los presupuestos teológicos sobre los cuales debe comenzar una investigación sobre el significado de Cristo.

¿Quién es Jesucristo para nosotros hoy? Cone señala conmovedoramente que «Jesús es quien era». El Jesús histórico era el Jesús verdaderamente humano que también era judío. Su humanidad y Su identidad como judío son relevantes e importantes para la afirmación de la fe. Cone subraya que Jesús no fue tanto un hombre «universal», sino un hombre «particular»; un judío particular que vino a cumplir la voluntad de Dios de liberar a los oprimidos. Los negros podían relacionarse con el Jesús humano histórico porque Él era un símbolo del sufrimiento y el rechazo humanos. Jesús también fue rechazado y rechazado por los hombres; Jesús también fue golpeado y condenado, maltratado e incomprendido; Jesús también sufrió de un sistema social injusto donde los «pequeños» eran oprimidos. Los negros se identificaban con el Cristo histórico porque creían que Él compartía sus miserias y luchas. Sin la humanidad del Jesús histórico, Cone sostiene que «no tenemos base para afirmar que su venida nos otorga el coraje y la sabiduría para luchar contra la injusticia y la opresión».

En segundo lugar, Cone sugiere que «Jesús es quien es». Lo que parece estar diciendo es que quién es Jesús hoy está intrínsecamente relacionado con quién era ayer. Su existencia pasada afirma Su realidad presente que se experimenta con la vida común. Así, los negros creían, no sólo por la vigencia y autenticidad del Cristo histórico, sino también por su experiencia real del Cristo en su existencia social cotidiana. Cristo en el presente los ayudó y fortaleció en su lucha por la liberación en una sociedad opresora. La experiencia de Cristo en el presente les permitió seguir luchando por la justicia incluso cuando las probabilidades estaban en su contra. Su visión de un orden social justo era inseparable de su fe en la presencia liberadora de Dios en Jesucristo.

En tercer lugar, el significado de Cristo se lleva más allá cuando Cone sugiere que «Jesús es quien será». Él es «no sólo el Señor Crucificado y Resucitado, sino también el Señor del futuro que viene de nuevo para consumar plenamente la liberación que ya está ocurriendo en nuestro presente». La esperanza negra, que surgió de un encuentro con Cristo en la lucha por la libertad, es la esperanza de que Jesús volverá y establecerá la justicia divina. La esperanza escatológica que se encuentra en la fe negra no era un opio, sino que nació de la lucha en su realidad presente.

Finalmente, Cone afirma que «Jesús es negro». No se refiere a un color sino a un estado o experiencia de unidad. Hace una analogía entre el judaísmo histórico de Cristo y la negrura actual. Cone parece al menos insinuar que así como los judíos fueron los elegidos para la liberación divina en la historia, los negros son elegidos para la liberación a través de Jesús en el presente para que se realice plenamente en el futuro.

La negrura de Jesús para Cone es tanto literal como simbólica. En sentido literal, Cristo se hace uno con los negros oprimidos. Él asume su sufrimiento y dolor. Simbólicamente, representa la experiencia negra.

Este libro es esclarecedor y educativo porque arroja una luz brillante sobre la subjetividad de la teología negra.

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