Un ser desapercibido
M. Á. Contreras Betancor| Lo de la noche de bodas, Mario, te pongas como te pongas, es algo que
Leer másM. Á. Contreras Betancor| Lo de la noche de bodas, Mario, te pongas como te pongas, es algo que
Leer másM. Á. Contreras Betancor| Gracias a usted hemos pasado un verdadero cuarto de hora cartesiano. –A propósito, ¿y la
Leer másM. Á. Contreras Betancor| Yo no soy lo que pudiera decirse susceptible. Lo llamaban idealismo hasta que se dieron
Leer másM. Á. Contreras Betancor| Sus ojos conservaban un chispazo azul, como el fuego fatuo bailando sobre el osario. El
Leer másM. Á. Contreras Betancor| Aquí, el que sopla pierde viaje. Fiel a mi estilo, con la misma fidelidad que afronto
Leer másM. Á. Contreras Betancor| ¿Y usted qué hace aquí, señora?… Yo tengo un hijo soldado… y vengo a salvarlo.
Leer más|M. Á. Contreras Betancor| …entre la ansiedad de perderte y el temor de hacerte mal. Se me acaba de
Leer más|M. Á. Contreras Betancor| … si todos se dedicaran a ser inteligentes y a dudar, el Perú andaría siempre
Leer más|M. Á. Contreras Betancor| Cuentan que La dama de blanco (1860) se inscribe en una corriente literaria que dieron en llamar
Leer más|M. Á. Contreras Betancor| Ya le digo que es tiempo de mudar de bisiesto… Y como sea que el
Leer más